La perfumería es un arte ancestral, capaz de capturar las más profundas emociones y narrar las historias más cautivadoras. Hoy les contaré una historia llena de romance, entrega y amor incondicional, una historia que se ha convertido en uno de los mejores perfumes de todos los tiempos.
Cuenta la leyenda que un joven, destinado a convertirse en el emperador mongol Shah Jahan, se encontró con una hermosa princesa en el mercado de Agra, India. Al verla deslumbrada por un collar, él lo compró de inmediato, conquistando su corazón para siempre.
El amor entre los dos fue instantáneo, pero no fue hasta cinco años después que pudieron reunirse nuevamente y consumar su amor.
Su matrimonio fue fastuoso, y Shah Jahan nombró a su esposa Mumtaz Mahal, ‘la elegida o la perla del palacio’. Tuvieron 14 hijos antes de que el destino interviniera y terminara con su historia de amor.
La última petición de Mumtaz Mahal fue que Shah Jahan construyera su tumba, se casara de nuevo, fuera bueno con sus hijos y la visitara cada año en el aniversario de su muerte.
El emperador, devastado por su pérdida, se encerró en palacio y ordenó un luto riguroso en todo el reino.
Después de un año, Shah Jahan emergió, envejecido prematuramente por el dolor y con el pelo y la barba blancos. Cumpliendo su promesa, comenzó la construcción del Taj Mahal, una de las 8 maravillas del mundo antiguo, en honor a su amada.
Jacques Guerlain capturó toda esta historia en su creación Shalimar, un perfume mítico que revolucionó su época. Al experimentar con el compuesto de vainillina y su creación anterior, Jicky, surgió esta fragancia única, que evoca la pasión y el romance eterno de Shah Jahan y Mumtaz Mahal. Un perfume que, al igual que el Taj Mahal, perdura en el tiempo como un tributo al amor más grande de la historia.
Shalimar es la primera fragancia oriental de la historia, un aroma sensual y voluptuoso que encuentra su inspiración en los Jardines de Shalimar, reflejado incluso en el diseño del frasco.
La Maison Guerlain describe a Shalimar como un perfume mítico con una estela olfativa eternamente sensual, acompañado de un frasco emblemático que simboliza una historia de amor legendaria e incandescente. Este primer perfume ambarino es la personificación de una feminidad embriagadora con un toque de lo prohibido.
El Eau de Parfum Shalimar es voluptuoso y sensual, con una apertura fresca de flores y bergamota, seguida por notas de lirio, jazmín y rosa. Las notas balsámicas de vainilla y haba tonka añaden sensualidad y profundidad a esta fragancia icónica. También contiene las notas características de la “Guerlinade”, un sello olfativo único que distingue a los perfumes de la Maison Guerlain.
Cada detalle de este perfume ha sido cuidado meticulosamente, incluyendo su exquisito frasco:
“El frasco de Shalimar es una obra maestra técnica y una joya atrevida que evoca los estanques de los Jardines de Shalimar a través de sus motivos arabescos. Su tapón con forma de abanico recuerda el fluir constante de las fuentes de agua.”
Sin duda, Shalimar es una joya en forma de esencia que continuará enamorando a lo largo de las épocas. ¿Has tenido la oportunidad de probarlo? ¿Qué experiencia has tenido con esta fragancia? ¿Qué opinas de su historia?
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